miércoles, 25 de noviembre de 2015

2.4.2. LOS CONCEPTOS



 JOVENES ESTA ES LA TAREA PARA EL SABADO  28 DE NOVIEMBRE.


 JOVENES. EN ESTOS TEMAS  POR FAVOR REALIZAR  ESQUEMAS.

 Los conceptos: cómo se forman
Gran parte de los intercambios verbales en nuestra vida diaria se refieren a cuestiones conceptuales,
sin que sepamos con exactitud que tal cosa ocurre. Para los estudiosos de la conducta,
resulta evidente que sin el manejo deliberado o no de conceptos, nuestro lenguaje se empobrecería
notablemente.

¿Ques un concepto?
A ningún alumno promedio le costaría trabajo identificar el importante papel que los conceptos
tienen en la vida estudiantil. Sin embargo, hacerlos objeto de estudio implican, como ya se ha
visto, definir primero este asunto de interes
Un concepto puede ser visto como una forma de categorizar, mostrar y relacionar unidades
de la experiencia (Díaz-Guerrero y Díaz- Loving, 1997); o bien, como un conjunto rotulado
de objetos, símbolos o acontecimientos, que tiene atributos críticos o características comunes
(Schunk, 1997).
En la vida diaria, sea que lo identifiquemos o no, todos aprendemos y manejamos estas abstracciones.
Aprender conceptos supone formar representaciones para identificar atributos, generalizarlos
a nuevos ejemplos y discernir entre los ejemplares y los que no lo son. Los conceptos
pueden referirse a objetos concretos (auto, mesa, silla, perro) o a ideas abstractas (amor, democracia,
identidad, libertad, justicia) (Schunk, 1997).
Desde luego, una vez aclarado el término, queda pendiente la interrogante que buscaremos
despejar a continuación.

La formación de los conceptos
En apariencia, se genera un concepto cuando a través de la exposición a varios casos o ejemplos
del mismo, se pueden inferir reglas. Por lo tanto, esta abstracción constituye un resumen de
experiencias diversas, al igual que una herramienta poderosa para analizar y clasificar nuevos
conocimientos.
En un caso concreto, podríamos considerar que probablemente así sea como los niños desarrollan
el concepto de “perro”.
Después de observar gran número de animales
de tamaño, forma, pelaje y color distintos, el niño
aprende que todos aquellos que poseen cuatro patas
y ladran, hay que llamarlos “perros”.
El desarrollo individual trae consigo el manejo de
niveles cada vez más elevados de abstracción. De
esta forma es como pueden llegar a manejarse conceptos
tales como justicia, honor o verdad, por citar
algunos casos.
La forma de definición de estos conceptos varía con la edad; si un niño define la verdad como
lo que no es mentira, un adulto –particularmente si tiene una educación formal– encontrará
que es mucho más difícil definir de manera comprensiva este concepto (Díaz-Guerrero y Díaz-
Loving, 1996).

Un concepto se
genera a través de la
exposición a varios
casos o ejemplos del
mismo.


Sea que se exalten las características críticas u objetivas, o las propiedades no evidentes, al enseñar
un concepto se consigue extender el dominio original de un objeto, entidad o rasgo a otras
instancias. A este proceso se le denomina transferencia.
Aparentemente, resulta más fácil la adquisición de conceptos que aluden a objetos concretos y,
por tanto, a un nivel menor de abstracción. Le siguen en grado de dificultad los conceptos que
manejan más de un objeto.

La enseñanza de conceptos
Un asunto crucial en relación con los conceptos se refiere a cómo poner bajo control este tipo
de abstracciones. El siguiente cuadro ilustra un procedimiento para el caso.
¿Cómo enseñar conceptos?
1. Determinar su estructura para incluir los conceptos superiores, e identificar los atributos críticos
y los variables (los que pueden cambiar sin alterar el concepto).
2. Definir el concepto en términos de sus atributos críticos y ofrecer ejemplos que posean tales
atributos y los variables.
3. Agrupar los ejemplos según los atributos y asegurarse de que los variables son similares en cada
grupo de conceptos coordinados.
4. Ordenar y presentar los grupos en términos de divergencia y dificultad de los ejemplos, y ordenar
los ejemplos de cada grupo de acuerdo con los conocimientos actuales del sujeto.
Fuente: Tomado de Tennyson y Park, 1980, en Schunk, 1997.

En casi todos los conceptos pueden encontrarse dos tipos: los llamados conceptos superiores
(más extensos) y los subordinados (más particulares).
También pueden ubicarse otros más o menos en el mismo nivel de la jerarquía; son los llamados
conceptos coordinados. Por ejemplo, el concepto “gato” tiene como conceptos superiores
“félido” y “mamífero”; las diversas razas (común, siamés) son los subordinados y los otros
miembros de la familia de los félidos (puma, ocelote) son los coordinados (Schunk, 1997).
De manera más simple, ésta sería una secuencia óptima para la enseñanza del concepto “silla”,
buscando su generalización.



Cómo se evalúan el pensamiento y el lenguaje

Las estrategias para la evaluación del pensamiento y el lenguaje guardan una correspondencia
muy cercana con las descritas para el aprendizaje, razón por la cual no las reproduciremos aquí.
El lector puede consultarlas en el apartado correspondiente.
En el esquema conductista se considera que la retroalimentación (información de los logros y
errores cometidos en una tarea) puede mejorar la ejecución de un sujeto.
Si bien la retroalimentación puede darse de manera demorada (después de sesenta segundos de
ocurrida la respuesta, lo ideal es que se proporcione antes de que transcurra este periodo, para
asegurar un mejor desempeño.

La autoevaluación del pensamiento

El rastreo o la autoevaluación del pensamiento y el lenguaje son, por otra parte, actividades
importantes para asegurar su óptimo desempeño. Esto se puede lograr, de acuerdo con los
cognoscitivistas, a través de la metacognición. Ésta consiste en un proceso de razonamiento
de los propios pensamientos e ideas. Por medio de ella se tienen estrategias para la solución de
problemas y se vigila el lenguaje.
En una palabra, la metacognición es un tipo de conocimiento sobre el conocimiento, dirigido a
garantizar el correcto cumplimiento de las tareas. En apariencia, estas capacidades se desarrollan
gradualmente, a partir de los primeros años. La actividad fundamental es la supervisión del
propio progreso y la corrección de errores (Davidoff, 1989; Schunk, 1997).


JOVENES: CON ESTE TEMA INICIAMOS  UNIDAD.  POR FAVOR HACER  ESQUEMAS O RESUMEN DEL MISMO



 Sensación
¿Cómo llega la información a nuestro cerebro?; ¿qué efectos genera la información procedente
de los sentidos?; ¿qué procesos determinan nuestra percepción de la realidad?
Lo que llamamos realidad es una circunstancia con múltiples matices. Ésta puede aparecer
como diferente para cada persona, según intervengan ciertos factores.
Las respuestas frente a las situaciones que plantea la existencia están dadas, desde luego, por
nuestra percepción de las mismas. El primer requisito para la acción consiste en captar los estímulos
del entorno. Esto se logra mediante un complejo mecanismo.

¿Cómo experimentamos sensaciones?
Por principio, nos asomamos a un mundo pletórico de aromas, colores, ubicaciones, texturas
y un sinfín de estímulos resultantes. Éstos inciden en el organismo gracias a la acción de los
receptores sensoriales. Su labor principal consiste en actuar como porteros, ya que controlan el
acceso de la información con la cual elaboraremos nuestra visión de la realidad.

¿Qué es un receptor sensorial?
Una célula o grupo de ellas, sensibles a un tipo específico de energía. (Davidoff,1989).
En sentido amplio, un receptor sensorial es una célula altamente especializada, cuya función –ya
señalada–, es la de transmitir información. Estas terminales están dispuestas en prácticamente
todo el cuerpo. Algunas responden al sonido, otras a la luz, algunas más al tacto, otras más al
movimiento muscular y a estímulos del interior y el exterior del organismo (Davidoff, 1989).
La transmisión se efectúa gracias al fenómeno de la transducción; mediante él, las propiedades físicas
de los estímulos se transforman en señales neurales, para ser luego transmitidas al cerebro.
Una vez codificada la información, las neuronas, células igualmente especializadas, se encargan de
recibir, transportar y procesar el material captado por los receptores sensoriales (Baron, 1997).

1 Umbrales sensoriales
Realiza el siguiente ejercicio: recárgate en la pared como si estuvieras sentado en una silla imaginaria. Pide
a uno de tus compañeros que anote el tiempo que transcurre desde que adoptes esta postura hasta que
los músculos de tus piernas vibren y te sientas tan incómodo que debas abandonar esta posición. Registra
el tiempo en que otros voluntarios ejecutan esta tarea. Describa cada quien la sensación que experimentaron
y las posibles razones para las diferencias que pudieran encontrar en sus reacciones.

Es fácil identificar que, en cualquier situación cotidiana, nuestro organismo recibe cantidades
fabulosas de estimulación, ante las cuales sería materialmente imposible reaccionar. Olores,
colores, sabores, texturas, se sobreponen e inciden en nuestros receptores, formando una amalgama
de información, rica y compleja.
Identificarla en realidad no representa gran trabajo al organismo.
De acuerdo con información recabada mediante
investigación, se ha concluido que podemos, por ejemplo,
escuchar el tic tac de un reloj a una distancia de seis metros,
en una habitación tranquila. (Prueba a hacerlo).
Otras reacciones sensoriales generadas por estimulación
mínima, serían: aspirar la fragancia de una sola gota de
perfume en un apartamento vacío de tres habitaciones, o
distinguir la luz de una vela situada a cincuenta kilómetros
de distancia (Galanter, en Baron, 1997). En todos estos
casos, se alcanza el umbral sensorial, lo cual permite la
identificación del estímulo productor de la reacción.
¿Qué significa el término umbral sensorial?
Se refiere a la cantidad más pequeña de estimulación que un sistema sensorial puede detectar
(Baron, 1997).
No obstante, la aparente facilidad con la cual el organismo capta información, en realidad responde
a un cuidadoso proceso de selección, destinado a garantizar la supervivencia.
La interrogante es qué hace posible que se responda frente a un estímulo, en preferencia a otros
que concurren en un momento dado. La explicación parece estar dada por la presencia de un
factor esencial para manejar tal multiplicidad de datos sensoriales.

 Tipos de umbrales
Alcanzar un umbral significa, en términos generales, provocar que un estímulo genere una respuesta
por parte de los sensores existentes en el organismo. Los métodos psicofísicos, recurso investigativo
del cual se sirven los psicólogos interesados en este campo,
han permitido la identificación de ciertos tipos de umbrales.
¿A qué se refiere el término umbral absoluto?
A la menor magnitud de un estímulo, susceptible de ser discriminado
confiablemente, en ausencia de otro, la mitad del
tiempo (Baron, 1997).




Figura
Ante un estímulo
sensorial se genera
una respuesta.

Si en un caso dado, se deseara hacer una medicina para niños, de un sabor menos desagradable
que las fórmulas existentes en el mercado, se podría añadir al compuesto un jarabe de grato sabor.
La solución, mediante el empleo de un método de los señalados anteriormente, consistiría
en hacer probar muestras del producto, con concentraciones diferentes del sabor agregado, a
un grupo de niños.
La fórmula identificada por ellos el cincuenta por ciento de las veces como la más agradable (o
la menos desagradable, según se prefiera), indicaría la concentración por encima de la cual, un
nivel mínimo del producto generaría un mejor sabor.
Existe otro concepto relacionado con el que acabamos de revisar; veámoslo.

¿A qué se refiere el término umbral diferencial?
A la cantidad de cambio de un estímulo, necesaria para que una persona la identifique. A dicha
cantidad se le denomina diferencia apenas perceptible. (Baron, 1997).
Volvamos al caso de la medicina, antes referido. Hay una cantidad de jarabe necesaria para que
los niños identifiquen este sabor y no el del compuesto. Tal estímulo propicia que se alcance el
umbral diferencial. A este elemento se le conoce como diferencia apenas perceptible.

Lee el siguiente párrafo:
Se ha descubierto evidencia reciente de un compuesto que administrado a los deportistas, parece
generarles mayor energía al momento de competir. Dicha sustancia se encuentra aún en experimentación.
1. Plantea una explicación donde se cumplan las diferencias de estímulo ya referidas: el umbral absoluto
y el diferencial.
2. Indica cuál sería el valor de efectuar esta tarea en un sentido aplicado; es decir, qué importancia
tendría para probar la efectividad de la fórmula.

3 Lo subliminal: aspecto polémico
Se ha hablado ya de la necesidad que existe de que un estímulo cumpla el requisito de superar
el umbral de recepción sensorial de un organismo. Sin embargo, existen otros planteamientos
referidos a que un estímulo puede no ser identificado por el organismo, pero incidir en él si se
presenta de manera continua.

Tal es el caso de lo que ha dado en llamarse estimulación subliminal. Se trata de estímulos
subumbrales, aquellos que se encuentran por debajo del nivel perceptual mínimo del organismo
y que se dice, permanecen en un nivel subconsciente y gracias a un efecto de acumulación
llegan a generar la reacción que provocaría un estímulo efectivo. Los estímulos subliminales no
pueden ser advertidos a simple vista y pueden abarcar distintas modalidades, como la estimulación
auditiva.
Este tema ha resultado controversial pues ya se ha dicho que, en rigor, los estímulos que no
alcanzan la característica de ser perceptibles, no pueden ser detectados por el organismo. En
consecuencia, no podría esperarse respuesta alguna.
La polémica se ha planteado en el sentido de que si un efecto de acumulación podría llegar a
generar una respuesta frente al organismo, como si se tratara de un estímulo efectivo.
En el contexto de la mercadotecnia, se discute el impacto de estos eventos-estímulo, presumiblemente
contenidos en información publicitaria que algunos anunciantes señalan haber
incluido en el contexto general de un anuncio. Se habla de este fenómeno como de propaganda
subliminal.
Así, por ejemplo, se asegura que una conocida marca de licor presenta en un cartel donde se
muestra la bebida acompañada con hielo, figuras difuminadas de mujeres desnudas, para estimular
las ventas del producto. En otra dirección, existe una compañía que afirma que es posible
erradicar el alcoholismo escuchando una grabación que disimula, entre la música que se escucha,
instrucciones para que el subconsciente registre que debe abandonarse esta adicción.
En apariencia, los efectos de esta manipulación de los estímulos sensoriales seguirá siendo motivo
de discusión y se requiere, como ya habrás identificado, de una cantidad razonablemente
amplia de investigación al respecto.







miércoles, 11 de noviembre de 2015

MEMORIA , PENSAMIENTO Y LENGUAJE

JOVENES: POR FAVOR HACER 3 RESUMENES.    (MEMORIA, PENSAMIENTO Y LENGUAJE)   PARA EL SÁBADO 14 de NOVIEMBRE.

Lo recibiré en hojas blancas. Gracias. 

 Memoria
En nuestra charla cotidiana se utilizan con mucha frecuencia
expresiones relacionadas con este concepto. Decimos, por
ejemplo, “no recuerdo dónde dejé mis apuntes”, o “debo memorizar
las fórmulas para el examen de química”.
En realidad, recordar y olvidar son aspectos relacionados con
el concepto de memoria, el cual es entendido de una forma diferente
por los enfoques que explican cómo ocurre dicho proceso.

¿Cómo puede definirse el concepto de memoria?
• Capacidad para retener y luego recuperar información (Baron, 1997).
• Proceso psicológico mediante el cual registramos el pasado de manera que podamos
revivirlo para afectar nuestra conducta presente (Díaz-Guerrero y Díaz-Loving, 1996).
En general, suelen considerarse tres fases determinantes del buen funcionamiento de la memoria:
a) la adquisición, b) la retención y c) la recuperación o recuerdo. Cada enfoque posee una
explicación o énfasis específico en cualquiera de ellas.
Por esta razón, las condiciones que se establecen para lograr su ocurrencia, varían. Veamos:
a) La adquisición. Se refiere al proceso de incorporar información. Existen factores externos
(como la intensidad del estímulo para aprender) e internos (como el grado de motivación
para ejecutar la tarea) que influyen en el éxito de esta parte del fenómeno de la memoria.
b) La retención. Durante esta fase, la información obtenida se conserva para su uso posterior.
En función del enfoque, se puede considerar un proceso interno u observable.
c) La recuperación o recuerdo. Se refiere a la fase por medio de la cual se trata de extraer la
información requerida, de entre la existente. Esto se puede lograr mediante la evocación
o el reconocimiento. (Díaz-Guerrero y Díaz-Loving, 1996).

 Tipos de memoria: corto y largo plazo
En términos técnicos, se habla de memoria reciente o de corto plazo cuando el proceso ocurre
de forma inmediata a su aprendizaje, o de forma posterior al primer ensayo de aprendizaje.
En este tipo de memoria se cuenta con una capacidad limitada a más o menos siete unidades de
significación. Es de duración breve si no se presentan repasos que garanticen su permanencia

El concepto de memoria a largo plazo se refiere al proceso de recuperación de eventos ocurridos
de forma posterior a 30 segundos y desde luego a todos aquellos que rebasen este lapso.
En este caso, se tiene una capacidad ilimitada y permanente de almacenamiento de la información,
en un sentido teórico. Su recuperación está sujeta a claves

El recurso de la memoria, a corto y largo plazo, debería resultarnos familiar si ubicamos el
caso de las personas mayores, quienes tienden a relatar de manera vívida pasajes de su historia

personal con lujo de detalles. Así, eventos ocurridos décadas atrás (memoria a largo plazo) son
comentados con fluidez, en tanto en algunos casos, extraviar objetos con frecuencia o la dificultad
para ubicar el día en que se está, resultan de interferencias con la memoria a corto plazo,
que en ocasiones pueden ser resueltas mediante desafíos intelectuales como practicar ciertos
pasatiempos y el ejercicio físico.
 Modelos explicativos sobre la memoria
La descripción del proceso que permite almacenar y recuperar información, genéricamente denominado
memoria, requiere el empleo de algunas analogías o esquemas comparativos. Éstos
se conocen con el nombre genérico de modelos. Su función, en este caso, consiste en ayudar a
explicar un proceso desconocido, a partir de otro ya familiar.
Entre estas analogías se encuentra la que semeja el mecanismo de la memoria al funcionamiento
de la computadora.
¿Qué modelos existen acerca de la memoria?
• Modelo de almacenamiento y transferencia, de Atkinson y Shiffrin:
Existen tres tipos de memoria: a) memoria sensorial, b) memoria a corto plazo y c) la memoria
a largo plazo.
• Modelo de niveles de procesamiento, de Craik y Lockhart:
Existe un solo tipo de memoria. La capacidad para recordar depende de la profundidad con
que procesemos la información

 Cómo se evalúa la memoria
Resulta complejo el abordaje de la valoración de la memoria. Desde su definición, entran en
juego elementos que hacen de este concepto algo difícil de precisar. De cualquier modo, cuando
se trata de efectuar investigación en este campo, se suelen abordar cualquiera de los procesos
que enseguida presentaremos.
¿A través de qué medios puede evaluarse la memoria?
1. Reaprendizaje
2. Reconocimiento
3. Recuerdo
Con cualquiera de las estrategias de evaluación es posible medir la memoria sensorial, a corto
y largo plazo.

Reaprendizaje
Hermann Ebbinghaus desarrolló en 1885 el concepto de reaprendizaje. Su técnica busca medir
el tiempo que una persona ahorra en el aprendizaje de un material aprendido previamente.
Originalmente, Ebbinghaus memorizó listas de sílabas sin sentido y determinó cuánto tiempo
tardaba en aprenderlas correctamente. Transcurrido un tiempo considerable, de modo que
hubiese olvidado las sílabas, las aprendió de nuevo. Calculó cuánto tiempo tardaba en repetirlas
correctamente, una vez más. Determinó el número de intentos que hizo para aprender las
sílabas sin sentido la primera vez y la cantidad de tiempo que tardó en aprenderlas por segunda
ocasión. La diferencia resultante le dio un índice de ahorro en el reaprendizaje.
El supuesto en torno a este proceso es que resulta más fácil, por ejemplo, preparar el examen
final de una asignatura (el cual suele ser demasiado extenso) si se ha estudiado el material a lo
largo del curso, en comparación con el tratar de aprenderlo por vez primera, durante las noches
previas a la aplicación de la prueba.
Cuando se investiga con esta técnica, quien la emplea
debe disponer mucho tiempo. Utilizarla equivale a enseñar
la información, dejar transcurrir tiempo suficiente
para que la información se olvide y presentarla de nuevo.
Existen dos formas para evaluar el reaprendizaje. Por
una parte, se puede calcular la facilidad con la que una
persona aprende una nueva clase de material, en comparación
con el material aprendido anteriormente. La
segunda manera consiste en comparar dos grupos de individuos,
uno de los cuales ha sido expuesto al material
anteriormente. El otro, denominado grupo control, no ha trabajado con la información que posee
el primero, llamado grupo experimental.
No obstante que resulta una de las medidas más sensible, el reaprendizaje generalmente no se
emplea porque exige mucho tiempo, según se dijo anteriormente.

Reconocimiento
Al emplear esta técnica, se muestra al sujeto una lista de respuestas posibles y se le pide que
elija la solución correcta a una formulación. En realidad, las respuestas son claves que ayudan
a buscar en la memoria. Las pruebas objetivas y las pruebas con reactivos falso-verdadero son
sondeos de “reconocimiento” o reidentificación.
El supuesto al utilizar esta técnica es que resulta más fácil reconocer que recordar, pues la
respuesta está a la vista, no obstante encontrarse mezclada con otras opciones. La tarea que
se realiza es la de memorizar y decidir si el estímulo visual, auditivo, etc., corresponde con la
información almacenada o no.
En nuestra vida cotidiana, el reconocimiento nos ayuda a ubicar información entremezclada.
Así, por ejemplo, podemos ubicar el sonido de un clarinete en medio del sonido de toda una
banda de música, lo mismo que una melodía interpretada por esta agrupación, aunque en realidad
sea la obra original de un grupo de rock. Si se considera que la información puede ser
catalogada, entonces pensaríamos que existen ciertos indicadores (“música de rock”) dentro de
un catálogo (“Música que me gusta”), que auxilian en la tarea de recuperar información valiosa
para una persona determinada.

Recuerdo
Cuando se emplea esta técnica puede ser el caso de que el sujeto reciba pistas, o instigadores
de la respuesta correcta. De cualquier modo, el sujeto debe recuperar de su memoria la información
solicitada.
El supuesto en esta actividad es que el recuerdo es más difícil por lo general que el reconocimiento.
La explicación en el grado de dificultad de la tarea en el primer fenómeno es que además de
extraer posibles respuestas de su memoria, el sujeto debe identificarlas.
Cuando se utiliza la técnica del recuerdo libre el sujeto puede recuperar el material en el orden que
desee. En el recuerdo en serie (o serial) la información debe organizarse en una secuencia dada (por
ejemplo, el orden con el cual fue mostrado en un principio).
Independientemente del método (libre o serial) al sujeto se le muestran algunas sílabas sin sentido
y se le pide que las recuerde.
Otra opción puede consistir en presentarle pares de sílabas sin sentido. Posteriormente, mostrándole
el primer elemento de cada par, se le solicita que recuerde el segundo.
Algunas estrategias para examinar a los estudiantes adoptan este formato, por lo cual el grado
de dificultad aparente es mayor. Tal es el caso de los exámenes temáticos, por ejemplo.
En ocasiones la dificultad estriba en recordar lo que no parece tener sentido. Así, el desafío en la
vida cotidiana puede ser múltiple y compite con otras respuestas. El número de identificación personal
(nip) que proporcionan los bancos antes de que lo cambiemos, la contraseña proporcionada en un
servicio público y en ocasiones hasta el número de placas de un automóvil que incluso podría ser
el nuestro, plantean retos que al
organizar la información pueden organizar la información pueden ser superados.
El medio social suele emplear
a menudo instigadores a menudo instigadores físicos o verbales, que son físicos o verbales, que son
tareas y son retirados cuando físicos o verbales, que son mamás acostumbran generar
repertorios deseables mediante este método (por ejemplo, toman la mano de
su hijo y le ayudan a encender la luz), en tanto los profesores utilizan este recurso
con fines educativos (“dos más dos son cua…”)

 Pensamiento
“Pensamos y luego actuamos”. Ésta es una expresión que da por sobreentendido el orden de
ambos fenómenos. Se estima que la cognición antecede a la acción. Pero no todas las teorías
psicológicas opinan lo mismo. Por ejemplo, el enfoque conductual señala que pensar no es en
sí un comportamiento del tipo que se puede observar. Por tanto, está expuesto a que se infieran
procesos que en realidad no ocurren.
Así, para este enfoque sería más apropiado referirse al proceso de pensar como conducta verbal
cubierta o no observable, pero sujeta a las mismas leyes que el comportamiento abierto u
observable.
Puesto así, cuando un jugador de ajedrez observa el tablero (antes de efectuar una jugada, por
ejemplo), cualquier observador señalaría que el jugador está pensando el movimiento más conveniente
de las piezas. Un comentario proveniente de un psicólogo conductista sería que el comportamiento
observable denota la conducta en sí y que no hay motivos para considerar que el
jugador pensó de forma previa lo que haría. De hecho, al ensayar las jugadas posibles, estaría
emitiendo una conducta completa, sólo que de una forma no observable. En este enfoque, el
término técnico para este tipo de comportamiento es el de conducta cubierta.
Para el cognoscitivismo, el pensamiento es un proceso que sintetiza las capacidades y habilidades
demostrables a través de evidencias, las cuales ocurren una vez ponderadas ciertas
posibilidades.

Las habilidades del pensamiento, a diferencia de la posición conductual, que estima las posibilidades
de la generalización a partir de la similitud de estímulos, las enfoca más bien al desarrollo
de las capacidades de razonamiento.
Parecen existir tres tendencias importantes para explicar la base del pensamiento:
La primera supone que el pensamiento está
constituido por imágenes.
La segunda tendencia señala que el pensamiento
es acción.
La tercera establece que el pensamiento es,
ante todo, asunto de representaciones.
Para algunas personas, las claves o pistas
consisten en palabras que están escritas
en un tablero imaginario (“dejé las llaves
en…”). Para algunas más, la manera de recordar
información consiste en imaginarse
haciendo algo que les orienta en esa dirección
(“veamos, estaba caminando hacia…”)
en tanto para otras, la información procede de su propio comportamiento interno.
¿Qué recurso empleas más a menudo?

 Lenguaje
En torno a este concepto ocurre un fenómeno análogo en cuanto a lo que ocurre con el proceso
de pensar: existen posturas diferentes y en ocasiones discrepantes entre sí.
Dos tendencias sobresalen en cuanto a cómo se adquiere y desarrolla el lenguaje en los seres
humanos. Las analizaremos brevemente.
2.4.1 Teorías del aprendizaje del lenguaje
En este marco, se entiende el lenguaje como una conducta que puede ser aprendida bajo los
mismos principios que cualquier otro comportamiento. En otras palabras, se aprende a hablar
y a comunicarse del mismo modo que Julieta aprendió a andar en bicicleta, en el ejemplo planteado
al inicio de la unidad.

Desde esta perspectiva, se entiende que el lenguaje se
adquiere gracias a la manipulación de consecuencias por
parte de la comunidad que educa al niño.
La utilización de reforzamiento y castigo, así como otras
aplicaciones propias de esta corriente, juegan un papel
crucial en el desarrollo de la habilidad comunicativa.
Teorías innatistas del lenguaje
La segunda corriente de importancia en lo que se refiere al estudio del lenguaje y cómo éste es
adquirido, atribuye la habilidad de comunicarse a factores existentes en el organismo.
En este contexto, el lenguaje sigue reglas determinadas
por la pertenencia a la especie y se desarrolla particularmente
como si siguiera etapas similares a la adquisición
de otras destrezas.
Independientemente de la perspectiva teórica, uno
de los puntos de convergencia consiste en considerar
que el lenguaje y el pensamiento alcanzan su momento
culminante en cuanto a desarrollo cuando se da la
posibilidad de manejar abstracciones, es decir, emplear
elementos no necesariamente objetivos.
Estos niveles de singularidad cobran concreción en el manejo de la representación que será
discutida ahora.