viernes, 11 de diciembre de 2015

3.1.4. ADAPTACION SENSORIAL

JÓVENES POR FAVOR REALICEN UN RESUMEN DE LOS DIFERENTES TEMAS. SUBIRÉ DOBLE INFORMACIÓN PARA EL SÁBADO 12 CONTESTARÁN EL CUESTIONARIO.


3.1.4 A daptación sensorial

Algunos estímulos impactan de manera poderosa los receptores sensoriales. Tal circunstancia
podría llegar a ser dañina para el organismo. En otros casos, sólo provocarían incomodidad.
Entonces, se pone en marcha este eficaz mecanismo de regulación.
¿Qué es la adaptación sensorial?
La disminución de la sensibilidad ante un estímulo,
con el transcurso del tiempo (Baron, 1997).
En términos generales, la adaptación sensorial
permite que enfrentemos con éxito el cúmulo de
sensaciones que de otra forma ocurrirían. La reacción
en retroceso de nuestros receptores ante
un estímulo persistente, es pues, un auxiliar para
la supervivencia.
Imaginemos un caso de la vida real: por ejemplo, en una práctica de karate, las primeras sesiones
en que se hace contacto mediante el canto de la mano con superficies duras, se busca
que el practicante experimente la menor incomodidad. Al paso del tiempo este contacto puede
resultar menos molesto al extremo de que un deportista experimentado puede incluso romper
objetos tan sólidos como una tabla, un tabique o un conjunto de ellos. Éste es un caso típico
de adaptación sensorial. ¿Conoces algún otro que puedas recordar?

3.2 Atención

Hemos dicho que el organismo es capaz de registrar información sin que nos ocupemos de ello,
al menos en apariencia. No obstante, existen procesos que reclaman nuestra orientación de
manera voluntaria y es en este caso en que se requiere incluso que exista desplazamiento de los
receptores hacia la fuente de estimulación. Se dice entonces que prestamos atención a algo.
La atención tiene una capacidad limitada y por lo general se enfoca en sucesos externos y de
modo especial en lo que es nuevo, inesperado e intenso. Está determinada por las necesidades,
intereses y valores de quien atiende a algún aspecto del entorno o de su interior.
Existe un tipo específico denominado atención selectiva. Este proceso contribuye a alcanzar
una mayor eficiencia en la información obtenida, al reducir la interferencia de fuentes sensoriales
irrelevantes (Baron, 1997). En ocasiones, cuando se habla de que alguien está concentrado,
lo que denotamos es que está haciendo uso del mecanismo antes mencionado. Por ejemplo,
cuando estás estudiando y logras la concentración del caso, es posible que no te des cuenta en
qué momento la música que te acompañaba dejó de sonar. Si estás platicando con tu pareja es
probable que no te enteres de mucho de lo que sucede a tu alrededor. Ambos ejemplos son
casos de atención selectiva.

3.2.1 Los sentidos: cómo se reciben las señales

En un sentido amplio, hemos señalado los mecanismos que regulan la intensidad y orden de
la estimulación procedente del entorno. Pero queda aún pendiente el indicar cómo logramos
en general obtener información sensorial. Este es un
asunto que trataremos a continuación.
Es a través de los sentidos que podemos captar información
relevante para nosotros. La investigación ha
permitido que conozcamos un poco más acerca de
tan fascinantes recursos, así como de los factores que
les son desfavorables.

Se dice que existen once sentidos humanos (Davidoff,
1989). Éstos se muestran a continuación.





En este apartado revisaremos, en forma somera, la estructura y funcionamiento de algunos de
tan delicados y eficientes instrumentos recolectores de información.

3.2.2 Visión   
 Corte sagital del ojo
el cual muestra los componentes que se explican
Uno de los aspectos más impresionantes en lo que se refiere a este sentido es que el cerebro
organiza datos visuales de manera rápida y automática, sin que las personas se percaten de ello.
Este proceso permite que nos comportemos de una manera más eficiente que si, por ejemplo,
debiéramos hacernos cargo directamente de enfocar nuestros receptores oculares, transmitiéramos
la información al cerebro, la decodificáramos y así sucesivamente.
El estímulo físico fundamental para la visión lo
constituyen ciertas ondas electromagnéticas que
estimulan los bastones y conos de la retina. Estos
componentes reaccionan a la luz visible, iniciando
los impulsos nerviosos que llevan los mensajes al
cerebro por medio del nervio óptico.
Gran parte del procesamiento de información
con respecto a los objetos se realiza en los lóbulos
occipitales. Estos centros nerviosos, así como el
colículo superior son los principales centros visuales
del cerebro.
Los ojos, en contra de lo que pudiera pensarse, están en constante movimiento, al igual que
la cabeza; parece existir evidencia de que hay mecanismos compensatorios para esta vibración
continua, aparentemente perturbadora.
La visión parece desarrollarse desde etapas tempranas. Al poco tiempo de nacidos, los infantes
humanos empiezan a procesar información visual de forma y distancia. Ciertas experiencias
durante la infancia, relativas a la coordinación de visión y movimiento, son determinantes para
el desarrollo de competencias perceptuales eficientes.
A su vez, el sentido del color surge de mecanismos a varios niveles del sistema nervioso. Esta
experiencia sensorial depende de las longitudes de onda de la luz que el ojo recibe y analiza.
La visión cromática puede clasificarse en términos de coloración, saturación e intensidad. Los
conos en la retina son sensibles a diferentes longitudes de onda y, como se ha dicho antes,
transmiten sus mensajes a las células nerviosas.
Se considera a la visión el sentido humano dominante (Davidoff, 1989). Es posible advertir
por qué la carencia de este sentido resulta en serias consecuencias para quienes no cuentan
con esta facultad

Resulta por demás señalar que debería procurarse la instalación de infraestructura apropiada,
así como la atención solidaria de la colectividad a quienes no disfrutan de las ventajas que ofrece
el contar con el maravilloso mecanismo de la visión.

1. Elabora una lista de los términos técnicos que se encuentran en esta sección, que resulten de interés.
2. Consulta en otros textos su significado e implicaciones.


3.2.3 Audición

El nuestro es, sin lugar a dudas, un mundo sonoro. Al despertar, los sonidos dan sentido y
significado a nuestra existencia. Incluso durante las horas de descanso, estamos expuestos a circunstancias
que se relacionan con la audición. Un ruido
violento proveniente de la calle puede interrumpir
nuestro sueño. La música suave puede facilitar que
nos sintamos relajados. Si optamos por escuchar el televisor,
podemos mantenernos informados de lo que
ocurre en el mundo. Todas y cada una de estas situaciones
se relaciona con el mecanismo de la audición.
El estímulo físico para la audición consiste en ondas
sonoras, las cuales estimulan las minúsculas células
ciliadas de la cóclea. Estas poseen un alto grado de
especialización para cumplir con la misión de recibir
los impulsos acústicos.

Figura 3.6
Corte sagital del oído,
el cual muestra los
elementos que se
explican.

                                                                                     
Identificamos la fuente de un sonido cualquiera, gracias a una sombra sonora, la cual parece
crearse en nuestra cabeza, con ayuda de ciertos huesos de la misma. Es por ello que, incluso
algunos sordos, pueden identificar la procedencia de un sonido.
Por otra parte, la incapacidad para escuchar del todo, parece más bien infrecuente; no obstante,
puede existir una incapacidad parcial. En esta desventaja juega un papel importante el haber
sufrido alguna enfermedad, pero también la exposición frecuente y prolongada a sonidos de
alta intensidad.
No sólo escuchamos ruidos. Logramos identificar tanto la altura tonal como otras propiedades
acústicas del sonido. Así, podemos saber, por ejemplo, que éste es más o menos agudo, que el
volumen puede ser alto o bajo, etc., lo cual nos faculta, por ejemplo, para poner bajo control la
cantidad de volumen que nuestros oídos pueden soportar, de modo que podamos apreciar las
cualidades del sonido sin sufrir consecuencias negativas. Aquí, una vez más, el mecanismo de la
percepción es el que decide lo que es grato o desagradable al oído de cada persona.
En resumen, la facultad de escuchar da al ser humano la posibilidad de escudriñar información
y de tener acceso a una de las mayores riquezas: la de escuchar voces, armonías o sonidos asociados
con situaciones placenteras.

3.2.4 Contacto, presión, calor, frío y dolor: el sentido del tacto

Es común iniciar una interacción social con un apretón de manos al ser presentados, o sellar
una transacción de negocios con el mismo gesto. Una manifestación de aprecio puede ser una
palmada en la espalda. Algunos enamorados suelen tomarse de la mano para mostrarse afecto.
Todas y cada una de estas manifestaciones, implican el empleo de un recurso, basado en la existencia
de múltiples receptores, los que por cierto, se encuentran dispuestos a lo largo del cuerpo.

El estímulo físico para estas sensaciones consiste en el
estiramiento o presión de los receptores de la piel, seguramente
el órgano más grande de nuestro organismo.
Calor, frío, presión y por supuesto dolor, son sensaciones
que se originan en terminaciones nerviosas libres.
De hecho, los estímulos citados en primer término,
pueden llegar a producir sensaciones dolorosas cuando
se rebasa el umbral perceptual del organismo.

El sentido del tacto se encuentra compuesto por cinco sistemas somatosensoriales: contacto
físico, presión profunda, calor, frío y dolor. Algunas células son receptivas a varias o a todas las
sensaciones señaladas. La sensibilidad cutánea es mayor en áreas que efectúan tareas de reconocimiento
sensorial como manos, dedos, labios y lengua (Weinstein, en Davidoff, 1989).
La sensación de dolor que puede alcanzarse cuando la estimulación es superior al umbral,
cumple una función importante. Esta particularidad nos señala cuándo, por ejemplo, el fuego,
las heridas o un proceso de enfermedad lesionan el tejido corporal, de modo que podamos
evitarlo. La parte negativa resulta cuando se ha sufrido ya el daño, en cuyo caso, el dolor puede
agotarnos en el aspecto físico y en el emocional (Papalia y Olds, 1988).
El tacto da lugar a la posibilidad alterna de obtener información del exterior a quienes no cuentan
con la posibilidad de ver, como por ejemplo el Sistema Braille, el cual da a los invidentes la
oportunidad de leer y escribir, consultar la hora en relojes especiales e incluso operar equipo
especializado, entre otras cosas.

3.2.5. Olfato y gusto.
                                                                                                                      
Es posible que el uso cotidiano de estos sentidos nos impida apreciar de primera mano sus amplias
potencialidades. En efecto, gracias al olfato y el gusto, podemos disfrutar de algunas de las
maravillas del mundo externo y del interno. Entre las amplias posibilidades que otorgan ambos
sentidos, se encuentra el aspirar fragancias y apreciar el sabor de los alimentos, por ejemplo.
Olfato y gusto nos alertan igualmente sobre amenazas a nuestra supervivencia, indicándonos
sobre la presencia de alimentos en estado de descomposición, por ejemplo. Ambos son considerados
sentidos químicos, por el hecho de ser reactivos a este tipo de componentes (Papalia
y Olds, 1998).
El estímulo físico para el olfato consiste en moléculas de varias
sustancias en el aire, las cuales estimulan las células receptoras
del epitelio olfatorio.
Una membrana, la mucosa olfatoria, recoge a través de los
cilios las moléculas, a la vez que envía una señal eléctrica hasta
el bulbo olfatorio. Se considera que estamos capacitados para
distinguir hasta 80 diferentes olores, aunque en ocasiones no
podamos describirlos o etiquetarlos (Caín, 1981, en Papalia y
Olds, 1998).

De acuerdo con una teoría, existen siete olores básico


El sentido del gusto, por su parte, encuentra el receptor apropiado en las papilas gustativas,
pequeñas protuberancias en la lengua, separadas entre sí por un surco. Los botones gustativos
se conforman por conjuntos de dos a doce células gustativas. Individualmente, éstas tienen un
lapso de vida de varios días y su sustitución ocurre de manera continua. La información gustativa
es procesada en la corteza somatosensorial de los lóbulos parietales, así como en el sistema
límbico (Davidoff, 1989).
La interacción entre los sentidos del olfato y el gusto es amplia. Por ello resulta difícil decidir,
por ejemplo, qué hace más agradable una comida, si su aroma o su sabor.

3.2.6 Cinestesia y sentido vestibular

El estímulo físico para la cinestesia es el movimiento registrado en los receptores de articulaciones,
músculos y ligamentos. Este sistema propioceptivo informa al cerebro de la posición del
cuerpo, en relación con otras superficies.
Por su parte, en el sentido vestibular recae la función del equilibrio, movimiento y aceleración
del individuo. Éste se encuentra en función de los órganos vestibulares, compuestos a su vez
por tres canales semicirculares y dos otolitos, colocados en el oído interno.
Mareo y náuseas, por ejemplo, son propiciados por información contradictoria que procede de
este sentido y el de la visión, cuando uno informa de una superficie firme (como la carretera) y a
la vez se recibe otra que indica, por ejemplo, que el vehículo en que se viaja, está en movimiento
(Ludel, en Davidoff, 1989). Quienes padecen este tipo de trastornos al viajar, saben que se suelen
emplear algunos medicamentos que pueden atenuar este estado displacentero, usualmente
sin reacciones secundarias.
Otra fuente de trastornos propioceptivos tiene que ver con el cambio de densidad del líquido
del laberinto vestibular. Tal es el caso de la embriaguez, cuya expresión clásica, el andar tambaleante,
se relaciona con el factor señalado (Barlow y Mollon, en Papalia y Olds, 1998). El mejor
preventivo contra este estado es sin duda no ingerir alcohol de manera excesiva.
Hasta aquí hemos comentado lo relativo al proceso sensorial. Pero la información por sí misma,
no importa cuán complejo sea el mecanismo para captarla, sería incompleta si no existiera
la parte interpretativa, psicológica, que cada individuo aporta para obtener una visión global de
cada situación de su vida cotidiana.

3.3 Percepción

Una cosa es el mundo y otra es la manera cómo lo percibimos, según dicen los proverbios. Entre
la información que nos llega a través de los mecanismos de los sentidos y la respuesta que
podamos dar a ciertas situaciones de la vida diaria, media el recurso de la percepción.
Comúnmente utilizamos diferentes acepciones para referirnos a lo que es este elemento.
La percepción es:
• Un proceso cognoscitivo, una forma de conocer el mundo (Davidoff, 1989).
• La actividad cognoscitiva más elemental a partir de la cual emergen todas las demás (Neisser,
en Davidoff, 1989).

El término remite a un proceso selectivo, donde la forma como ocurre el fenómeno perceptual,
tiende a incluir las experiencias de quien percibe, su fisiología y sus habilidades constructivas
(Davidoff, 1989). Dicho de otra forma, no todos percibimos exactamente lo mismo ante una
situación dada. Se puede obtener una percepción diferente de un fenómeno, bajo circunstancias
diferentes.
Según ya dijimos, sensación y percepción forman un conjunto difícilmente separable. Por ello,
esta última, posee bases afines a las que sostienen el trabajo de recepción sensorial. La percepción
puede ser de dos tipos:
Fisiológica: Existen componentes que hacen posible la recopilación de información (vía aparato
sensorial).

El procesamiento de información es realizado por los sistemas sensorial y nervioso (Davidoff,
1989).
Experiencial: La percepción varía en función de las vivencias de quien percibe.
Las experiencias crean expectativas y motivos, los cuales son importantes para la interpretación
de la información (Davidoff, 1989).

3.3.1 La percepción y los sentidos: cómo se vinculan

En apariencia, basta con recibir estimulación para que nuestro organismo actúe, en ocasiones
sin que medie nuestro parecer o razonamiento. Si bien esto es posible, lo cierto es que se teje
una intrincada trama donde los factores sensoriales y perceptuales intercambian formas de
accionar y reaccionar.
Esto hace que hasta el más simple de nuestros actos cotidianos constituya un modelo de perfección
y un auténtico desafío para quienes trabajan en el contexto de la robótica, por ejemplo,
tratando de imitar este complejo sistema interactivo
que es el organismo humano.
Cómo se logra tal perfección es algo que aún no resulta
del todo comprensible. Para explicarlo, existen
múltiples teorías que no serán objeto de análisis en el
texto. Los siguientes son sólo algunos apuntes a propósito
del tema:
• La percepción visual sigue un proceso jerárquico. En
etapas sucesivas se analiza y compila información visual
de creciente complejidad. Esto lleva en su momento
a un mundo visual fluido y coherente.

Figura 3.9
La percepción
implica el manejo de
información hacia el
cerebro.
                                                         


• Los bloques básicos con los que se construye la percepción visual empieza con los
receptores de rasgos, neuronas de la corteza visual que responden cuando se detectan
tipos particulares de estímulos con características específicas. La percepción continúa
con la integración de esta información a niveles superiores del cerebro (Baron, 1997).
• La percepción de objetos sigue ciertas reglas: se disciernen relaciones fondo-figura; se
supone que el color, el tamaño y la forma son constantes y se separan grupos de elementos
que comparten rasgos particulares y se les trata como una unidad (Davidoff, 1989).
• Los sonidos parecen más fuertes cuando la amplitud de las formas de las ondas se incrementa
justo en el exterior del oído. El tono se eleva conforme incrementa la frecuencia
de las ondas (Davidoff, 1989; Baron, 1997; Díaz-Guerrero y Díaz-Loving, 1996).
• Las diferencias culturales observadas en la percepción del dolor son resultado de poderosas
fuentes de aprendizaje y no de diferencias físicas.
• La presencia de fragancias placenteras puede tener efectos benéficos sobre la conducta.
• Existe un factor de predisposición perceptiva, fenómeno por el cual experimentamos
con frecuencia las sensaciones (ver, oír, saborear, oler o tocar) que esperamos.

3.3.2 Percepción y estados alterados de conciencia

En tanto permanezcamos en estado de vigilia (es decir, despiertos), nuestra conciencia se modifica
de manera continua, de un modo apenas perceptible. En cambio, durante la hipnosis y
la intoxicación con mariguana la conciencia se altera de un modo más notable. En el primer
caso, se supone que se puede acceder a esta experiencia si se cuenta con un grado elevado de
sugestionabilidad.
La intoxicación con mariguana, a su vez, está relacionada con la percepción de fenómenos tales
como la desaceleración del tiempo y sentimientos de sensibilidad y creatividad inusuales. Otro
fenómeno común es la presencia de fantasías e imágenes, circunstancias que eventualmente
pueden llevar a la adicción. Si bien se han hecho ya advertencias sobre los efectos nocivos de la
intoxicación por drogas, en el caso particular de la mariguana se ha sugerido que su consumo
resulta la inducción a experimentar con otras sustancias tóxicas del mismo género, conocidas
técnicamente como psicotrópicas.

3.3.3 Percepción extrasensorial

No todas las cuestiones relativas a fenómenos perceptuales son abordadas por la psicología
contemporánea. Existen áreas que no corresponden a los asuntos que al presente han recibido
explicaciones por parte de esta disciplina. Tal es el caso de la Percepción Extrasensorial o pes

La percepción extrasensorial es: El tipo de percepción que no depende de los canales sensoriales
conocidos (Davidoff, 1989).
Una percepción sin base en una entrada sensorial (Baron,1997).
Cualquier explicación referida al empleo de un sexto sentido, o al resultado de procedimientos
alternativos a los métodos de investigación descritos al inicio del texto, podría pertenecer al
ámbito de la percepción extrasensorial.
En el presente, la pes no forma parte del objeto de estudio de la psicología. La investigación en
general y la de laboratorio en particular, aún no han establecido la existencia de este fenómeno.
Por lo tanto, no es un aspecto que el texto abordará más allá de estas líneas. El lector interesado
en conocer más del tema, deberá consultar bibliografía especializada.